La silenciosa voz del arte

En los últimos días he encontrado dos cosas que han llamado mi atención y tienen algo en común.
La primera es un breve artículo que leí en un blog que suelo visitar con cierta frecuencia. El autor contaba su experiencia al visitar la Catedral de Tui, explicando ciertos detalles y curiosidades. La posibilidad de entender pequeños aspectos que para mí hubieran pasado inadvertidos enriquecía el significado de aquella catedral. De esta forma captó mi interés y pensé: me apunto este lugar en mi lista de sitios a visitar. El artículo es "Un sobresaliente para la catedral de Don Guillermo", y se publicó en el magnífico blog "Espada de doble filo". Te invito a que les eches un vistazo pinchando en los enlaces.
Por otra parte, ayer mismo y esta vez por casualidad, encontré el artículo "La esfera y la cruz", en el que se aparece una fotografía que muestra una insólita vidriera en la que se funden una esfera y una cruz. Está en la catedral anglicana Saint Martin in the Fields, en Londres:

La estética de esta curiosidad llamó mi atención poderosamente, pero mi percepción quedó enriquecida al leer la explicación de su significado.
La catedral de Tui y la catedral de Saint Martin in the Fields son definitivamente lugares que nunca había considerado visitar, pero han despertado mi interés. El arte religioso es una herramienta poderosa que tiene la capacidad de hablarnos a través de nuestros sentidos de algo que no podemos percibir con nuestros sentidos, pero esa capacidad no se hace real la mayoría de las veces (al menos en mí) al no poder entender su lenguaje. Así, la multitud de obras de arte, con sus infinitos detalles y curiosidades, pasan desapercibidas.
Mi interés por las obras de arte se reduce habitualmente a su estética, porque no se descifrar el susurro que llega a mis oídos. La mayoría de estas obras son para mi en creaciones silenciosas, mudas. Así que es una alegría cuando alguien me da una clave que me permite descubrir que no estoy viendo un edificio, una escultura, una melodía o una pintura, sino que se trata de puertas por las que puedo acceder a un mensaje que me habla de una realidad que me trasciende.