lunes, 16 de abril de 2012

La precisión del cirujano. Extraterrestres


Si dedicamos un rato a pensar cuál podría ser la pregunta más sorprendente que se le puede hacer a un Papa, se nos ocurrirán algunas ideas. Si yo pudiera preguntarle algo que nadie antes hubiera formulado sería...
Os traigo una pregunta que yo pensé que nadie había realizado antes a un sumo pontífice: "¿Existen los extraterrestres?".
Esta es una curiosa pregunta, pero más aún es imaginar en qué contexto puede preguntarse esto a un Papa.
De nuevo a través del libro "Dios y el Mundo" Peter Seewald formuló de una forma muy sugerente esta pregunta al entonces cardenal Ratzinger.
La respuesta, llena de sentido común, no deja de ser sorprendente. Por lo que dice y por cómo se las arregla para dejarnos una reflexión sobre Dios.
Tengo la impresión de que a este hombre se le podría preguntar sobre cualquier cosa, y siempre obtendríamos una respuesta razonable con unas palabras extra sobre Dios.
Os transcribo las preguntas y un fragmento de las respuestas de nuestro actual Papa:

Pregunta: Cuando Dios creó la tierra, la creó como parte de un sistema solar que a su vez pertenece a la Vía Láctea, una galaxia de cien millones de estrellas situada en un mar de galaxias similares que vagan por el universo. ¿Es, pues, tan inconcebible que fuera de nuestro mundo diminuto, en algún otro lugar de ese universo inabarcable, existan criaturas de Dios y quizás hasta seres parecidos al hombre?
Ratzinger: La idea de que no podemos estar solos en ese inconmensurable mar de astros es, en cierto modo, evidente. Tampoco podemos descartar tajantemente esa idea, pues no conocemos el pensamiento ni la creación divina en toda su amplitud. Aunque es un hecho que hasta ahora han fracasado todos los intentos de averiguarlo. Entretanto, una opinión muy fundada científicamente tiende a considerar que la vida extraterrestre es muy improbable.
Lo único que podemos decir es que lo ignoramos. Pero hasta ahora no disponemos de argumentos de peso para afirmar que dichos seres existan en otro lugar.
Por el contrario, sabemos que Dios se tomó tan en serio al ser humano en esta mota de polvo que es la tierra, que Él mismo vivió aqí, vinculándose a este mundo por toda la eternidad.
Pregunta: Si tuviéramos parientes en el universo, ¿figuraría en la revelación?
Ratzinger: No necesariamente, porque Dios no quiso contarnos todo. No nos dio la revelación para proporcionarnos un conocimiento pleno de las ideas de Dios y del universo.
Uno de los libros de la Sabiduría, muy citado por los Padre, dice al respecto: "Dios ha entregado el mundo a nuestra disputa". El conocimiento científico es, por así decirlo, la aventura que él nos ha confiado a nosotros. En la revelación, por el contrario, sólo dice de sí mismo lo que es esencial para vivir y para morir.