viernes, 24 de junio de 2016

El voto cristiano, ¿debe siempre ser cristiano? (parte 2)

Hace un tiempo, tras las pasadas elecciones generales de Diciembre de 2015, escribí una entrada en este blog titulada "El voto cristiano, ¿debe ser siempre cristiano?" (puedes leerla aquí).
En ella disertaba sobre la dualidad voto útil - voto en conciencia.
Ha pasado un tiempo y las elecciones se han vuelto a repetir ante la imposibilidad de formar gobierno, por lo que vamos a tener una especie de flash-back político, algo inédito en España.

¿Se aproxima un cristiano de la misma forma ahora que en las elecciones de diciembre? ¿Existe alguna diferencia entre las pasadas elecciones y los inminentes comicios?
Desde luego, ahora es más patente la posibilidad de gobierno por parte de los partidos que aglutinan una sentimiento más anti-cristiano, de los que tienen una concepción del hombre en las antípodas de la cristiana.
Al principio puede parecer que hacen propuestas sensatas en algunos aspectos, pero al final, la concepción del hombre es tan distinta que sus diferentes antropologías son irreconciliables: no es lo mismo pensar que el ser humano es finito pero las ideologías perduran por generaciones, que pensar que las ideologías, por muchas generaciones que duren, no son nada frente a la eternidad de existencia que espera al ser humano.
Me encuentro en una estancia política que está en penumbra. Una estancia que los políticos no iluminan porque no se explican claramente. Porque dicen medias verdades queriendo contentar a unos y otros en la búsqueda de más cuota de mercado: unos se ponen un sello social-demócrata mientras otros se cubren con un manto arcoiris, al tiempo que se acusan de incoherencia y falsedad. Con este panorama, intentando poner algo de luz en la pequeña estancia, comparto dos hallazgos que me han parecido sorprendentes, a modo de reflexión:

Reflexión 1 - La dispersión del voto cristiano
Es habitual que los cristianos que ejercen el voto útil reprochen a los cristianos que ejercen el voto en conciencia lo inútil e irresponsable de su elección. Como si fuesen el mayor obstáculo para frenar un mal proveniente del mismo Mordor.
Sin embargo, hace unos días la revista Vida Nueva publicaba una encuesta que me sorprendió mucho, porque mostraba como que la dispersión del voto de los cristianos va más allá de la logica "voto útil/voto en conciencia"... internándose en la ciencia ficción más imaginativa:
  • el 39,8% respaldaría al partido de Mariano Rajoy el próximo 26 de junio
  • el 23,8% se decantaría por los socialistas
  • el 15,5% por el partido de Albert Rivera
  • un 14% por la coalición Unidos Podemos.
Cada porcentaje representa cientos de miles de votos. El voto "en conciencia", representado por pequeños partidos no aparece siquiera representado. Por eso resulta casi delirante que los que votan "útil" se enfaden con el 0,x% que votan "conciencia" y les responsabilicen indirectamente del auge de la política no-cristiana y radical.

Reflexión 2 - El análisis de la situación actual
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, siempre ofrece reflexiones tan cargadas de sentido común que caen a plomo sobre nuestras conciencias, emitiendo una luz que llena de claridad la mente.
A principios de mes, en su programa "Sexto Continente" de Radio María, hizo unas reflexiones muy interesantes sobre las nuevas elecciones y la forma en que un cristiano se aproxima a ellas.
En ellas afirmaba que "Si se recurre al mal menor ha de ser algo 'excepcional'. No puede ser la fórmula habitual de presencia en la vida pública de un católico", ya que "si el recurso al mal menor es habitual, termina siendo algo perverso".
No obstante, ante la pregunta de un oyente se preguntaba si las actuales elecciones no podían interpretarse de forma diferente a las anteriores: "En este caso, esa excepcionalidad, ¿se da o no se da?"
Su exposición es sencilla y llena de sentido común. Como siempre muy interesante.
Escúchalo aquí:



Pero no lo olvides: no confundas el blanco de tus enfados ni en quién recae la responsabilidad de los acontecimientos.