jueves, 15 de julio de 2010

Orientación Familiar

Hace dos días iba en el tren realizando un trayecto corto por motivos de trabajo. Estaba sentado en uno de esos asientos plegables con una ventana a la espalda. A mi derecha tenía los respaldos dos asientos, que miraban en el sentido de la marcha. En uno de ellos iba una mujer de mediana edad leyendo una revista. Desde mis ojos había una linea visual directa, pasando por el espacio entre los dos asientos, hasta la revista.
No tenía nada que hacer y como el que mira cualquier cosa, distraído, comencé a ojear las hojas adaptándome al ritmo de lectura de aquella mujer. Se trataba de una revista "del corazón". Me llamó la atención que la sección de doble página donde posé mi mirada tenía por título "a punto de separarse". Y ofrecía fotografías de parejas famosas en crisis. Ahí estaban Scarlett Johanson o Hilary Swank. Pensé: "¡¡pero si Scarlett Johansson solo lleva un año casada!!". Estaba todavía algo sorprendido cuando la mano de aquella mujer pasó la página, y apareció otra doble sección con el título "Traicionados". Esta ofrecía un conjunto de imágenes de personas conocidas que habían sido engañadas por sus parejas. Sandra Bullock y Shakira estaban allí esta vez. Tanta inestabilidad comenzó a incomodarme, así que decidí apartar la mirada. Justo cuando iba a hacerlo, aquella mano con las uñas pintadas de rojo cereza, como si fuera la mano que marca el ritmo de un destino inexorable que yo no podía controlar, pasó una nueva página. Un escalofrío me recorrió la columna, mis pupilas se dilataron, ... aquella página no tenía título. Aparecía la cara de un hombre, desconocido para mi, junto a una bella mujer. El titular hablaba de la nueva pareja del conocido varón tras una anterior ruptura hace unos meses.
Miré por la ventana. Las vías se entrelazaban de forma confusa, como aquellas vidas. El tren iba a su máxima velocidad. Mis ojos pasaron fugazmente por la palanca de emergencia que para el tren, y pensé durante solo un segundo: "bajo la palanca y paro el tren, cojo la revista, la quemo con un mechero, la arrojo a la vía, me bajo y corro campo a través hacia el horizonte hasta que caiga inconsciente". En mi mente algo cinematográfica surgen este tipo de pensamientos de vez en cuando, así que no presté mucha atención.
Lo cierto es que el resto del día pensé que estas son la clase de relaciones de pareja que consumimos a diario. En la televisión, en el cine, alrededor nuestro. Así nos vamos educando poco a poco, sin darnos cuenta, en una forma de relacionarnos en pareja.
El amor tiene sus fases, y según vamos avanzando toma tintes cada vez más intensos y se arraiga más profundamente. Pero el mundo está centrado tan solo en la primera, la más efervescente. Las películas solo muestran (al menos el 95%) la fase en que chico y chica se conocen, se enamoran y se entregan a la pasión. Una y otra vez esta fase proyectada ante nuestros ojos.
Y así, cuando las personas, impulsadas por esta primera fase, intentamos llegar más allá, nos encontramos perdidos, pensamos que el impulso de la primera fase nos llevará a través de las demás cual corcel.
Pero la realidad es otra. Y empezamos a encontrar cosas en el otro que no nos gustan, nos vemos empujados a renunciar a nosotros mismos en favor del otro y de los hijos,... y no estamos preparados para ello.
Ante esto, en el fondo, todos tenemos una sola opción: esforzarnos hasta donde consideremos que deja de compensar, y si llegamos a este punto, asumir el fracaso familiar y divorciarse.
La diferencia entre unas familias y otras es el punto hasta donde se es capaz de llegar.
Un fracaso familiar deja una herida tan honda en los integrantes de la familia que puede teñir de sufrimiento el resto de la existencia.
Por otro lado, si conseguimos recorrer las fases del amor en nuestra vida con éxito, pasando a través de las crisis y fortaleciéndonos en ellas, descubriremos que la vocación que un día elegimos vivir nos lleva a la felicidad, que el entregarse por el otro es lo que nos da plenitud y sentido.
Por eso es importante saber que existen ayudas reales, concretas y eficaces para que una familia fundada en el matrimonio pueda caminar por todas las fases. Las vías a veces se mezclan y parecen confusas, pero si sabemos mirar podremos ver que hay señales luminosas, indicadores de dirección, que alguien puso ahí para que el tren avance seguro hasta su destino.
En los próximos días os ofreceré tres señales luminosas que he seleccionado como herramientas fundamentales para la Familia. Hoy comienzo con la Orientación Familiar.

Orientación Familiar
Cuando nos rompemos el femur, acudimos a un traumatólogo porque podrá detectar la naturaleza del problema y poner la solución que pueda reparar la fractura. Cuando existe un desorden en nuestra vida familiar, debemos saber que un servicio de Orientación Familiar nos puede ayudar de la misma forma.
En la familia existen diversas dinámicas que se van desarrollando simultaneamente, se entrecruzan y pueden dar lugar a múltiples situaciones: la personalidad de cada individuo (heredada o formada a través de las experiencias), la relación de la pareja, la paternidad/maternidad, los hijos, la relación con las familias respectivas, ...
Cuando surge un problema y nos hacemos conscientes de ello, podemos acudir a un servicio de Orientación Familiar.
Este servicio consiste en una serie de reuniones en las cuales el orientador, y si es necesario el psicólogo, nos escuchará, nos acompañará y nos ofrecerá herramientas que nos pueden conducir a la comprensión profunda del otro, al perdón. A reconstruir un amor que quizás vemos resquebrajado, en el que se ha instalado un abismo de indiferencia, o en el que el sufrimiento hace imposible pensar con claridad. Poco a poco.
Hace ya más de 30 años que la Orientación Familiar se ofrece a las familias a través de los Centros de Orientación Familiar (COFs). Los orientadores son especialistas en el tratamiento de estas situaciones en el organismo vivo que es la familia. En estos centros trabajan junto a otros especialistas (psicólogos,...), para ofrecer un trabajo eficaz y profesional.
En nuestra diócesis de Getafe, y me consta que en otras también, existe una red de Centros de Orientación Familiar (COFs) en que se ofrece, entre otros, este servicio.
Se trata de una entidad católica, pero abierta a cualquier matrimonio y por tanto a cualquier familia. Los profesionales están altamente especializados en esta labor, y el dinero no será un obstáculo para la atención a ninguna familia, ya que para la Iglesia Católica la familia es un bien fundamental a salvaguardar.

Os dejo enlaces a los COFs que conozco directamente, para que podáis investigar y serviros de ellos si surge la ocasión:
Fundación COF Getafe
COF de Aranjuez

3 comentarios:

  1. Me encanta esta entrada, porque además me siento aludida. Hace cinco años, conocí el COF por medio de unos muy buenos amigos. Yo siempre he tenido claro que todas las personas, tarde o temprano, pasamos situaciones difíciles en nuestra vida. Soy católica por lo que en las varias situaciones difíciles que, por ahora, me ha tocado vivir, me he apoyado en Dios y Él nunca me ha defraudado. Desde siempre, he estado a favor de psicólogos, psiquiatras. Igual que como dice el artículo,si te rompes una pierna, acudes al traumatólogo y no dudas en si ir o no, pues veo lo mismo en otro tipo de “dolencias”, aunque sean más difíciles de identificar.Hoy en día veo a tanta gente desesperanzada, tanta gente que se da por vencida en lo que significa el día a día del matrimonio, los problemas con los hijos, el estrés… Por eso, cuando descubrí el COF me pareció algo maravilloso, una ayuda al alcance de todos. Porque pienso: qué persona con una situación difícil, que sufre, no querría ser escuchada, acogida y poder descansar y dejarse ayudar. Yo pienso que la oración es un maravilloso don que Dios nos regala y que funciona. Pero en determinadas situaciones, quizás Dios te esté mostrando un camino, es decir, te esté diciendo que la ayuda que necesitas,lo puedes recibir del COF. Esos recursos que no encuentras para salir de esa situación de sufrimiento, a pesar de la oración, te la puede dar el orientador . Por supuesto, hay que tener claro que estas cosas no las podemos hacer en nuestras fuerzas, sino contando con Dios para todo y apoyándonos en Él.Yo hace ahora 6 meses que estoy como paciente en el COF. A veces, me pregunto por qué tardé tanto tiempo en acudir, en pedir ayuda. He descubierto que cada uno tenemos nuestro tiempo y que Dios es paciente con nosotros. Porque siempre lo he visto claro en los demás, he visto como amigos, familiares pasaban situaciones de dolor y no he dudado en ofrecerles la ayuda del COF. Pero claro, somos libres de aceptar la ayuda o de rechazarla. No se puede ayudar a nadie que no quiera ser ayudado.Ahora sé, cuando todo se va aclarando en mi cabeza, y porque lo he experimentado yo misma, que pedir ayuda no es tan fácil. Primero porque tuve que reconocer que tenía un problema (depresión con crisis de ansiedad, que habían hecho aparecer muchos miedos en mi vida que hacían casi imposible sobrellevar el día a día), y eso suponía reconocer que soy limitada, que soy humana y que en ese momento de sufrimiento no tenía los recursos necesarios ni la energía para resolverlo. Porque cuando se pasa por situaciones difíciles que, quizás nos hacen preguntarnos por qué Dios lo permite, aún apoyándonos en Dios con todas nuestras fuerzas, hay veces que eso no basta, yo en esos momentos de depresión, de ansiedad, de sufrimiento, por supuesto que me apoyé en Dios, sino no sé qué hubiera sido de mí. Pero también tengo muy claro que sin la ayuda del COF no hubiera podido salir adelante (aunque todavía estoy en ello).

    Doy gracias a Dios cada día por haberme puesto esta ayuda, por la entrega de esta persona, este psicólogo, ya amigo, que me está enseñando las herramientas, los recursos que yo no tenía para esta situación que me toca vivir ahora y que Dios permite (para que aprenda y saque lo bueno de esto) y que yo sola no era capaz de ver y mucho menos de resolver. Y me cuesta entender que personas que pasan por situaciones difíciles, como las pasamos todo el mundo, no se dejen ayudar, teniéndolo tan fácil.

    Aunque todavía me queda mucho camino que recorrer, me quedo con algo que esta persona del COF, que tanto me está ayudando en estos momentos difíciles, me dice de vez en cuando, es algo así como : ” tener la esperanza de vivir algo te permite empezar a vivirlo”. Pues yo tengo la esperanza de curarme, de pasar esto, gracias a Dios, acompañada por el COF.

    testimonio de una persona ayudada por el COF

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  2. Yo también me uno a esa acción de gracias a Dios por poner herramientas tan valiosas en nuestro camino como(en este caso)el C.O.F.
    A veces no sólo desestabiliza la relación de pareja el propio desgaste que produce la cotidianeidad,tenemos que tener en cuenta que la familia la forman más miembros que el padre y la madre y en muchas ocasiones los hijos y la relación con ellos también supone una dificultad para la vida familiar.
    En nuestro caso,lo que nos llevo al COF,fue la relación con nuestro hijo adolescente.
    Aunque nuestro matrimonio parecía gozar de una estabilidad aceptable(gracias a Dios)...la convivencia con nuestro hijo hizo que se desestabilizara y se rompiera la comunión entre nosotros,entre nuestros criterios a la hora de educar.
    "Cuando en un cuerpo,un miembro sufre...el resto del cuerpo se resiente"...esa fue la premisa de la que partimos en la primera consulta con el psicólogo del COF y tras varias sesiones en las que nos marcó las pautas a seguir,las discusiones se han ido poco a poco reduciendo,mi marido y yo sabemos que es lo que tenemos que hacer para que la vida familiar sea lo que tiene que ser...el lugar donde "todos" sus miembros se realizan como personas en una ambiente tranquilo y distendido.Todos vamos creciendo y aprendiendo unos de otros.
    Ojalá que la difusión de estos testimonios den la ayuda necesaria a tantas y tantas familias que pasan por las mismas circunstancias y que no saben dónde acudir para encontrar ayuda.
    Que Dios siga suscitando personas generosas que dedican su tiempo y su energía en ayudar a otras a solucionar sus problemas

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  3. Muchas gracias por vuestros testimonios. Yo he pasado a palabras escritas unos conceptos que considero importantes, pero vosotros lo bañáis todo de experiencias reales haciendo que sea algo valioso de verdad. Muchas gracias.

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